Cómo cuidar el cabello es algo que nos interesa a todos. Es un tema del que además parece saber todo el mundo, pero no todo lo que lees o escuchas es cierto. Hay una serie de falsas creencias que algunas personas tienen bien arraigadas, bien por venirlas escuchando toda la vida, bien porque el marketing de algunas empresas se ha ocupado de que calen a fondo en nosotros. Vamos a aprender cómo cuidar el cabello desmontando los diez mitos más oídos sobre el tema.
Mito 1: Si te lavas mucho el pelo, se te cae más
Falso. El pelo no se cae más por lavarlo más. Lo que ocurre es que cuando cepillamos o lavamos nuestro cabello facilitamos que los pelos que están en fase de caída (sueltos en el folículo) se desprendan y es por eso que da la sensación de que estas maniobras hacen que se nos caiga el pelo, pero es solo una sensación. Se cae el que se tiene que caer, lo que viene siendo unos 50 ó 100 pelos al día en condiciones normales, por tanto, en cómo cuidar el cabello para evitar la caída no influye la frecuencia con la que lo lavamos o peinamos.
Mito 2: Si te lavas a diario el pelo se te engrasa más
Para nada. Una de las principios básicos sobre cómo cuidar el cabello es que debemos lavarlo siempre que sea necesario, según lo que se ensucie en función de la grasa, la descamación o el sudor que produzca cada uno, así como de ciertas actividades o hábitos que favorecen que se acumulen cosméticos o restos de material ambiental. Si necesitas lavártelo a diario, hazlo sin problema. Es importante elegir un champú de uso frecuente adecuado para cada persona según sus necesidades.
Mito 3: La tendencia no-poo es mejor que usar un champú
No es así. La tendencia no-poo es una tendencia ecológica que aboga por evitar el uso del champú y lavar el pelo con agua, bicarbonato y vinagre. Sin embargo, esto puede aumentar el riesgo de infecciones en el cuero cabelludo por no realizar una buena limpieza, además de ser más irritante que un champú.
Mito 4: Los productos cosméticos provocan alopecia
Falso. Lo que le hagamos al tallo del pelo (la parte externa): tinte, gominas, lacas, espumas, etc, no va a llegar a penetrar donde está el folículo y por tanto, no va a influir en la caida.
Mito 5: El uso del secador o las planchas puede provocar alopecia
No es cierto. El uso de secador o planchas, al no afectar a la raíz del pelo, no va a provocar alopecia. Pero si es importante saber si te preocupa cómo cuidar el cabello que sí que pueden debilitar el tallo del pelo si se usan con frecuencia y a altas temperaturas.
Por otra parte, existen maniobras de peinado muy agresivas, con mucha tracción del folículo, que sí que pueden facilitar un tipo de caída que se llama alopecia traccional, por ejemplo, el llevar con frecuencia coletas o moños muy recogidas.
Mito 6: Los champús anticaída funcionan
Falso. Por lo mismo te explicaba antes, los champús no penetran en el folículo piloso por lo que no alteran el ritmo de crecimiento del pelo. Sirven para lo que sirven: limpiar el cuero cabelludo y el tallo del pelo y dejarlo mejor cosméticamente, es decir, pueden ser complemento del tratamiento anticaída pero lo que se dice anticaída, no.
Mito 7: El pelo se acostumbra al champú
Seguro que has escuchado o incluso sentido que tienes que cambiar de champú porque tu pelo se ha “acostumbrado”. Sin embargo, esto no es cierto. Si notas que tu champú o acondicionador ya no hacen efecto, puede ser porque tu pelo haya cambiado (por circunstancias como el estrés, la época del año, tintes…) o porque tenga algún residuo de productos de peinado y tenga otras necesidades.
Mito 8: Rasurar o cortar el pelo hace que salga más y más fuerte
Falsísimo. ¡Y mira que lo habremos oído veces! Pero no, el ciclo del pelo seguirá su curso independientemente de lo que le hagamos al tallo, como ya hemos visto con otros ejemplos. Así que, si lo cortamos, el aspecto será de un pelo más sano, pero no por ello va a crecer más rápido. Si lo rasuramos, en vez de acabar en punta como lo hace naturalmente, acabará más grueso y dará la sensación de que es más fuerte de lo que era antes.
Mito 9: Tenemos que evitar los parabenos, las siliconas y los sulfatos
“Sin parabenos, sin sultatos, sin siliconas”. Son mensajes quimiofóbicos que más de una vez habrás leido en productos de cosmética capilar. A veces usan directamente “sin tóxicos”, lo cual no me puede dar más rabia… Estos mensajes van especialmente dirigidos a las personas preocupadas de cómo cuidar el cabello pero, ¿tiene este miedo algún fundamento?
Parabenos
Los parabenos son unos conservantes que tienen la función de evitar el crecimiento de bacterias y hongos. Tienen muy mala fama puesto que algunos han demostrado tener cierta actividad estrogénica (es decir, actuar como las hormonas femeninas) y algunos estudios los han relacionado con un aumento del riesgo de cáncer de mama, si bien estos estudios han sido muy conflictivos y a día de hoy no existe suficiente evidencia para afirmar que esto es así. En Europa existe una regulación de su empleo en cosméticos, que prohibe algunos y limita las concentraciones de otros, por lo que los que se usan son seguros. De hecho, muchos productos que no los llevan los sustituyen por otros conservantes que tienen mucho más riesgo de causar alergia cutánea. Por tanto, no hay por qué tenerles miedo.
Sulfatos
Los sulfatos son un tipo de detergente o tensioactivo muy usados porque son limpiadores potentes, tienen poder espumante y son económicos. Hoy en día existen muchos champús con el reclamo “sin sulfatos”, ya que se les ha atribuido una serie de peligros para la salud que son falsos: ni son carcinogénos, ni provocan cataratas.
Los más usados son el lauril sulfato de sodio (SLS) y el lauril éter sulfato sódico (SLES). El primero es más potente y puede dejar el pelo seco y deshidratado. Este se usa en champús para limpieza profunda. El segundo es más suave y mejor tolerado por la piel, por lo que se usa en champús de uso diario e incluso se usa en champús para cuero cabelludo sensible y con dermatitis.
A pesar de que puedan ser irritantes, los sulfatos siguen siendo menos irritantes que los jabones tradicionales. Además, para compensar sus efectos desagradables, a estos champús se le añaden otros aditivos con propiedades suavizantes, de forma que hay que fijarse en el producto en su conjunto y no juzgarlo solo porque lleve un ingrediente concreto. O sea, un champú puede ser suave aunque lleve sulfatos, y un champú sin sulfatos puede ser agresivo.
Siliconas
Las siliconas se usan habitualmente en productos para el cabello como champús, acondicionadores y mascarillas con varias funciones. Son seguras y van a servir para mejorar la apariencia del pelo, aportándole suavidad y acondicionamiento, por lo que facilitan el peinado y evitan el encrespamiento. Es cierto que un grupo de siliconas, las insolubles, en cabellos finos pueden dar la sensación de suciedad y apelmazamiento, pero es algo que se suele solucionar si se lava el pelo dos o tres veces por semana con un champú con sulfatos.
Si quieres profundizar más en el tema de sulfatos y siliconas te recomiendo entrar en el blog de culturacientífica.com.
Mito 10: Si te quitas una cana te salen más
No es verdad. Las canas son un signo de envejecimiento. La edad en la que empiezan a aparecer viene dada genéticamente, y su número tiende a aumentar conforme vamos sumando primaveras. Las canas aparecen porque los melanocítos del folículo ya no producen melanina para pigmentar el pelo. Se ha demostrado que el estrés puede influir en este proceso, pero no hay evidencia de que si nos arrancamos una cana aparezcan más.
¿Cuántos de estos mitos creías ciertos? Espero que este post te ayude a que a partir de ahora “no te tomen tanto el pelo”.
¡Feliz semana familia!
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