Una mancha roja de nacimiento probablemente corresponda a una anomalía vascular congénita, un tipo de mancha de nacimiento (también conocidas comúnmente como “antojos”) que tienen un origen vascular. Tradicionalmente ha habido mucha confusión (incluso entre los propios médicos) y se ha usado el término hemangioma o angioma para nombrar a todas estas anomalías. Sin embargo, en 1996 la ISSVA (Sociedad Internacional para el estudio de las anomalías vasculares) clasificó estas anomalías en tumores y malformaciones. Como te explicaré, los hemangiomas infantiles o angiomas son solo un tipo de tumor vascular.
Para hacerlo más ameno, voy a dividir el tema en dos post sucesivos. En el de hoy hablaré de los tumores vasculares, en concreto del más frecuente, el hemangioma infantil, y en el próximo de las malformaciones capilares.
¿Qué son los hemangiomas infantiles?
Los hemangiomas infantiles son un tipo de tumor vascular. En los tumores vasculares ocurre una proliferación de las células (a diferencia de lo que ocurre en las malformaciones).
Los hemangiomas infantiles constituyen el tumor benigno más frecuente entre los reción nacidos y lactantes.
¿Cómo son de frecuentes los hemangiomas infantiles?
Los hemangiomas infantiles son los tumores más frecuentes de la infancia. La incidencia real se desconoce, pero se calcula un 10-12% de los niños de piel blanca tiene uno al año de vida (en los niños de ascendencia africana o asiática son menos frecuentes). Son tres veces más frecuentes en las niñas y la incidencia es mayor en los bebés prematuros.
¿Cuándo aparecen los hemangiomas infantiles?
La mayoría de los hemangiomas infantiles no son evidentes al nacimiento, sino que empiezan a aparecer a los pocos días o semanas de vida. Sin embargo, en un 50% de los niños pueden tener una lesión precursora en la zona donde posteriormente aparecerá el hemangioma, como telangiectasias (pequeños vasos sanguíneos), palidez o coloración violácea.
Suelen ser manchas rojas de nacimiento únicas de tamaño muy variable que aparecen con más frecuencia en cabeza y cuello, la mayoría en la parte central de la cara, aunque pueden aparecer en cualquier localización de la superficie cutánea, en mucosas e incluso en órganos internos.
¿Qué tipos de hemangiomas infantiles existen?
El aspecto clínico de estas lesiones depende del tipo de hemangioma:
- Los hemangiomas superficiales son los más frecuentes y se presentan como una mancha roja de nacimiento sobreelevada o un bulto de color rojo brillante o morado con forma de bóveda o con lobulillos (antes se llamaban hemangiomas en fresa, porque recuerdan a una fresa). No desaparecen cuando los comprimimos.
- Los hemangiomas profundos son lesiones que no se ven, sino que se palpan debajo de la piel. A veces encima pueden tener telangiectasias (vasos sanguíneos dilatados) o cierto color azulado.
- Los mixtos, como su nombre indica, presentan el componente rojo superficial y el azulado profundo.
¿Cómo evolucionan los hemangiomas?
La evolución natural de los hemangiomas es muy característica. Tienen tres fases:
- Fase de crecimiento o fase proliferativa: desde que se hace evidente la mancha roja de nacimiento a las dos o tres semanas de vida tienen una fase de crecimiento rápida que dura hasta los seis meses, y luego hasta los 12 meses otra fase de crecimiento más lenta.
- Periodo de estabilidad o fase meseta.
- Periodo de regresión espontánea o fase involutiva. La aparición de la fase involutiva se puede predecir por cambios en el color de la lesión, que se vuelve mate, púrpura o gris (en las lesiones superficiales; en las profundas es más difícil de predecir). Esta fase suele durar años y la involución no necesariamente implica que la piel quede completamente normal, ya que en ocasiones quedan cambios residuales como telangiectasias, atrofia, cicatrices o masas grasas.
¿Qué complicaciones suelen asociar los hemangiomas infantiles?
Hay que recordar que los hemangiomas infantiles que tienen un carácter benigno y un curso autolimitado, y la mayoría no van a presentar ninguna complicación. Sin embargo, algunos hemangiomas infantiles pueden causar complicaciones como:
- La ulceración es la complicación más frecuente, que puede llevar a infección, sangrado, dolor y una cicatriz residual. Más frecuente en ciertas zonas como el labio o los genitales.
- Compromiso de estructuras vitales, como la vía aérea en aquellos localizados en la zona de la barba, o afectación de la visión si están en la zona periocular.
- Deformidades permanentes, más frecuentes en algunas zonas como la nariz, donde pueden provocar la deformación “de Cyrano” o en las orejas.
- Los localizados en la zona lumbosacra pueden asociar anomalías de la médula espinal.
- Los segmentarios, que son lesiones más extensas, de morfología lineal o geográfica, presentan un crecimiento más agresivo y suelen asociarse a anomalías estructurales, síndromes o a hemangiomas viscerales.
- Cuando vemos cinco o más lesiones debemos descartar la afectación de órganos internos.
¿Cómo se diagnostican los hemangiomas infantiles?
El diagnóstico de este tipo de mancha roja de nacimiento es esencialmente clínico. Una correcta historia clínica, en la mayoría de casos, nos permite al dermatólogo o al pediatra establecer el diagnóstico de certeza. En ocasiones, sobre todo en las fases iniciales, puede existir cierta duda y puede ser necesaria la realización de alguna prueba, como una biopsia cutánea o una prueba de imagen.
¿Cómo se tratan los hemangiomas infantiles?
La decisión de tratar o no un hemangioma infantil debe ser individualizada y va a depender de muchos factores, entre los que se encuentran la localización y el tamaño de la lesión o lesiones, la edad del paciente, la fase de crecimiento del hemangioma, la existencia de hallazgos asociados y el malestar psicosocial que genera en los padres o que pueda generar en el paciente en un futuro.
La mayoría de ellos no van a requerir ningún tratamiento, simplemente explicar bien a los padres la evolución natural de la lesión y un seguimiento fotográfico que puede servir para confirmar la involución de la lesión y tranquilzar.
En caso de que sea necesario, hoy el día el fármaco de elección es el propranolol oral, que debe ser administrado en las primeras semanas de vida, de ahí la importancia de consultar o derivar cuanto antes. Existen otras opciones, como los corticoides usados clásicamente, el timolol tópico, la cirugía o los láseres. Los láseres vasculares sirven sobre todo para acelerar la curación en caso de ulceración y para tratar las telangiectasias y el componente superficial que persista tras la involución.
Para aprender a diferenciar bien estas lesiones de otras muy frecuentes con las que suelen confundirse, las malformaciones capilares, deberás esperar al próximo post.
¡Feliz semana familia!
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