Si te has preguntado alguna vez si exfoliar la piel te vendría bien o no, en este post resolverás todas tus dudas. Spoiler: a todo el mundo le viene bien. Quédate y aprende p
En este post aprenderás todo lo necesario para cuidar las manos del frío en invierno: lavado respetuoso, guantes, hidratación, fotoprotección y dermatólogo 😉
Tengo la cara roja es una de las frases que más se repite en mi consulta. En este este post vamos a revisar las causas más frecuentes, a través de una serie de casos clínicos reales, de mi día a día en consulta. Espero ayudarte a entender qué te puede estar pasando y, sobre todo, a saber si necesitas ayuda de un profesional para resolver tu problema. ¡Allá vamos!
1. Rosácea
– “Tengo la cara roja Alicia, mi piel en general es grasa pero en zonas muy seca, ya no sé qué crema ponerme porque todas me sientan mal y me están saliendo incluso granitos y venillas rotas”.
Diagnóstico más probable: rosácea.
La rosácea es la reina de la cara roja. Es una patología de la glándula sebácea en la que se produce mucha grasa, que además es irritante, y que hace que la piel esté inflamada, con su función barrera alterada, por lo que se deshidrata. Además, a brotes aparecen pápulas y pústulas, que son granitos rojos y blancos y aumenta la demanda vascular, por lo que se ven pequeños capilares dilatados.
Rosácea
Para su control, se necesita actuar sobre todos los factores que influyen en ella, con fármacos tópicos y orales combinados con fuentes de luz. Aunque la cosmética es importante, no esperes controlarla solo con una hidratante antirrojeces.
Te pongo por aquí el enlace a un caso de mi consulta.
2. Eritema del acné
– “Tengo la cara roja doctora, he hecho bien el tratamiento que me pautaste para el acné y, la verdad es que ya no me salen granos pero, los que tenía me han dejado muchas marcas rojas”.
Diagnóstico más probable: eritema del acné.
El acné puede dejar diferentes tipos de marcas, desde cicatrices atróficas o deprimidas, cicatrices hipertróficas o sobreleevadas y manchas, que pueden ser inicialmente rosadas y que pueden luego pigmentarse y quedar un tiempo de color marrón, lo que conocemos como hiperpigmentaciones postinflamatorias. Este tipo de manchas, planas y rosadas, son queja frecuente de los pacientes si bien, como les digo en consulta, hay que tener paciencia porque son temporales.
Como consejo, es importante hacer una correcta fotoprotección para evitar la hiperpigmentación y, si el paciente quiere acelerar su mejoría, podemos tratarlas en consulta mediante luz pulsada intensa (que además previene el desarrollo de cicatrices deprimidas) y tratamientos tópicos.
Eritema del acné tras dos sesiones de luz pulsada intensa
3. Irritación por retinoides
– “Tengo la cara muy roja desde que uso la crema que me mandaste. Alicia, el retinol no es para mí”.
Diagnóstico más probable: dermatitis de contacto irritativa por retinoides (retinización).
La dermatitis de contacto irritativa es un tipo de eccema que aparece como consecuencia de la aplicación de productos en nuestra piel que puedan ser irritantes. Un ejemplo claro: si no nos protegemos las manos cuando tocamos lejía, la piel se irritará y se pondrá roja, descamada, picará…Pues bien, los retinoides (entre ellos el retinol) que tanto pauto en la consulta, como tratamiento tópico del acné, del melasma o para el fotoenvejecimiento, tienen el inconveniente de que nuestra piel tarda un tiempo en acostumbrarse a ellos y tolerarlos y, hasta que esto ocurre, pueden pasar semanas en las que la piel nos pique, se ponga roja, se pele…es normal y es lo que llamamos retinización.
Un consejo si te ha ocurrido esto: baja la frecuencia de aplicación de los productos y aplica crema hidratante los días de descanso y, cuando mejores, aumenta de nuevo la frecuencia de aplicación. Calma que, al final, lo aguantarás y merecerá la pena.
4. Dermatitis seborreica
– “Tengo la cara roja doctora, sobre todo en la línea donde empieza el pelo, y en las cejas. Me pica y tengo descamación”.
Diagnóstico más probable: dermatitis seborreica.
La dermatitis seborreica es un tipo de eccema que aparece en zonas donde abundan las glándulas sebáceas (cuero cabelludo, zona T de la cara, tronco y pliegues). Es típico que, a brotes, sobre todo con los cambios de tiempo o con el estrés, aparezcan en esas zonas rojeces, descamación amarillenta untuosa y picor.
Para controlarlo acude a tu dermatólog@ que te pautará tratamiento antiinflamatorio y/o antigúngico tópico o, si lo precisas, oral. Además, podrá darte alguna pauta para intentar espaciar los brotes.
5. Dermatitis periorificial
“Tengo la cara roja doctora, alrededor de la nariz y la boca, y me han salido pequeños granitos que me pican y escuecen. Mi médico me ha pautado corticoide tópico pero esto va a peor”.
Diagnóstico más probable: dermatitis periorificial.
La dermatitis periorficial es un cuadro de causa desconocida que cursa precisamente como cuenta este paciente, con rojeces y pequeños granos alrededor de los orificios de la cara (de ahí su nombre). En su aparición pueden influir factores irritantes o alteración de la función barrera de la piel, y es casi una constante que los pacientes refieran la aplicación previa de corticoides que, aunque pueden mejorar, es solo temporalmente, con empeoramiento de las lesiones al abandonarlos, lo que crea un círculo vicioso que es necesario romper.
Si crees que la tienes, deja de aplicar corticoides y acude al dermatólog@ que te pautará el tratamiento que te corresponda según el caso.
Aquí tienes un antes y después de dermatitis periorificial tratada en mi consulta.
6. Dermatitis atópica
“Tengo la cara roja, de toda la vida he tenido rojeces y picor, sobre todo en los meses más fríos. Mi madre dice que siempre he sido de piel delicada”
Diagnóstico más probable: dermatitis atópica.
La dermatitis atópica es una enfermedad en la que la barrera cutánea está genéticamente alterada. En los niños suele afectar a la cara, con piel seca, picor y rojecese sobre todo en las mejillas y, en los adultos, es típico que afecte a los párpados y los labios. Estos pacientes suelen empeorar en épocas frías y secas y suelen asociar rinitis y/o conjuntivitis alérgica o alergias alimentarias.
La correcta hidratación cutánea es básica para intentar prevenir brotes y, recuerda, sobre el eccema evita aplicar hidratantes y acude a tu médico para que te paute el tratamiento correcto.
7. Demodicosis o demodicidosis
– “Tengo la cara roja, me pica mucho, me arde, tiene un tacto rasposo y no tolero ninguna crema”.
Diagnóstico más probable: dermodicosis o demodecidosis.
El Demodex foliculorum es un ácaro que todos tenemos en la piel, que vive en la unidad folículo sebácea, de la que se alimenta. En ocasiones, este ácaro crece en exceso y entonces da lugar a rojeces, sensación de ardor y picor en la cara, intolerancia a cosméticos, y ese aspecto de “piel de lija”. Suele ser causa frecuente de brotes de rosácea, además.
Para controlarlo pondremos tratamientos antiparasitarios, generalmente, en crema. La rutina cosmética que te paute tu dermatólog@ será imprescindible para evitar recidivas.
Antes y después de un brote de rosácea desencadenado por sobrecrecimiento de Demodex folliculorum
8. Flushing
“Cuando entro a algún sitio con la calefacción fuerte, si hago ejercicio, si me pongo nerviosa o si bebo, me dan subidas y, de repente, se me pone la piel muy roja”.
Diagnóstico más probable: flushing.
Las causas de flushing son muchas y algunas de ellas muy importantes. Lo más habitual es que se trate de un rubor facial transitorio benigno, que ocurre antes esos desencadenantes y no asocia otros problemas. También con frecuencia los pacientes con rosácea notan estos síntomas con esos desencadenantes. No obstante, si es muy llamativo o de reciente aparición, te recomiendo que acudas al médico para descartar cuadros graves.
Rubor facial transitorio benigno
Otras causas:
Dermatitis de contacto alérgica: » Tengo comprobado que cuando me pongo esta crema, la cara se me pone roja y me pica. Además, ya me ha pasado con varios productos. Creo que tengo alergia a algo». Cuando aplicamos en la cara algún alergeno al que somos alérgicos, por ejemplo, una fragancia o un conservante de una crema, aparecerá también un eccema.
Dermatitis de fotocontacto: «Me puse una crema protectora solar y al tomar el sol, se me puso la cara roja, me picaba, me ardía…». Este tipo de eccema ocurre por el contacto con una sustancia junto con la exposición a la luz solar.
Lupus eritematoso: «Tengo mucha sensibilidad al sol, dolores musculares y este verano me han salido unas ronchas en la piel de la cara». Es una enfermedad autoinmune que afecta a la piel con mucha frecuencia, y lo puede hacer de distintas maneras.
Dermatomiositis: «Tengo sensibilidad al sol y una erupción en la piel de la cara, con afectación de los párpados, de color algo violáceo». Otra enfermedad autoinmune que da con frecuencia clínica cutánea, a distintos niveles, y que es importante diagnosticar de forma temprana.
Infecciones: impétigo, erisipelas, tiña…
Como ves, las causas de cara roja son muchas y es el/la dermatólog@ quien mejor conoce la piel y puede darte un diagnóstico y un tratamiento correctos.
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Hoy toca hablar de un tratamiento estrella en mi consulta de dermatología: el fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa o IPL. Haremos primero un repaso del envejecimiento de la piel para luego centrarnos en cómo actúa la luz pulsada intensa y cómo es el procedimiento. ¡Allá vamos!
Envejecimiento de la piel
¿Cuáles son las causas del envejecimiento de la piel?
Nuestra piel envejece sobre todo por la influencia de factores externos a ella. Estos factores se conocen como exposoma (te lo contaba en el post de diez recomendaciones de dermatóloga sobre el cuidado de la piel) y son: el sol, el tabaco, otras fuentes de radiación ultravioleta, la contaminación ambiental, el estrés o la exposición aguda a fuentes de calor.
De todos ellos, el más importante es el sol (su radiación ultravioleta e incluso la luz visible), ya que es el responsable de más de dos tercios del envejecimiento de nuestra piel. Esto se conoce como fotoenvejecimiento.
¿Cómo se manifiesta el fotoenvejecimiento?
En nuestra piel, consecuencia de esa exposición solar crónica vamos a ver:
Piel seca, menos elástica y de coloración amarillenta.
Puede verse más fina, atrófica, o en pieles más oscuras puede engrosarse y adquirir un aspecto como de cuero.
Más arrugas.
Pequeños vasos de sangre dilatados (telangiectasias).
Manchas de tipo léntigo solar y queratosis.
Cáncer de piel.
Fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa
Sobre todo los pacientes con fotoenvejecimiento consultan porque se ven manchas. Esas manchas, los léntigos solares, también llamados léntigos seniles, son tumores benignos de la piel que se ven como manchas marrones, a veces más claras, a veces más oscuras (aunque generalmente con color homogéneo), redonditas, bien delimitadas, planas. Generalmente son múltiples y aparecen en zonas expuestas de forma crónica al sol, como son el dorso de manos y antebrazos, la cara, escote, parte alta de la espalda y en las piernas.
Recuerda que lo más importante cuando aparecen manchas en la piel es un correcto diagnóstico. En este post te ayudo a diferenciar los léntigos de otra mancha muy frecuente, el melasma, aunque tu dermatólog@ es quien mejor puede diagnosticarlas.
¿Cómo se previene este fotoenvejecimiento?
Si quieres que la piel de tu cuerpo expuesta al sol se parezca cuando seas mayor a la de la cara interna del brazo o la del culete, claro está, tienes que realizar una adecuada protección solar a lo largo de tu vida. Te dejo aquí el post sobre cómo hacerlo correctamente. Si no lo has leído aún, no te lo pierdas porque es la clave.
¿Cómo actúa la luz pulsada intensa?
Bueno, pues ya sabes cómo se manifiesta y cómo se previene el fototoenvejecimiento. Pero ahora vamos a ver cómo podemos tratar este fotoenvejecimiento.
Hoy en día, el tratamiento de elección para mejorar una piel fotoenvejecida son los dispositivos láser y luz pulsada. En este post te cuento las diferencias entre ellos.
¿Cómo logra la luz actuar sobre los tejidos? Gracias al principio de fototermolisis selectiva, es decir, la energía suministrada a un tejido va a tener una acción de forma selectiva sobre una molécula diana, que llamamos cromóforo, que la absorbe. Cuando el cromóforo absorbe la luz, se calienta, y destruye específicamente el tejido en el que está. Este cromóforo es la melanina de la manchas o la hemoglobina de los vasos sanguíneos. La luz pulsada intensa puede actuar sobre ambos, por ello el fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa es el tratamiento de elección para tratar el fotoenvejecimiento.
¿Cómo es el procedimiento?
El fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa es un procedimiento sencillo, rápido y bien tolerado. Podemos tratar la cara o también otras zonas fotoenvejecidas como el cuello, el escote o el dorso de las manos.
Limpiamos la piel de cremas o cualquier resto de maquillaje.
Puede que pongamos en tu piel gel de ecografía (no siempre es necesario).
Vamos pasando la luz pulsada por la zona a tratar. Se podría tratar solo un léntigo aisladamente, pero en general tratamos la cara completa, porque el fotodaño suele ser generalizado. Aunque molesta un poco en general se tolera muy bien y no requiere de anestesia.
Debemos evitar este tratamiento el pieles muy oscuras o que estén bronceadas, por el riesgo de quemadura, y aconsejo realizar una correcta fotoprotección desde el mes antes.
¿Cómo son los días posteriores?
Inmediatamente tras el procedimiento y durante un par de horas es normal tener sensación de calor en la cara. Puede aliviarte aplicar frío local, por ejemplo, hielo envuelto en un paño.
El día del procedimiento y pocos días después puedes tener la piel más roja y algo inflamada. Esto es más intenso cuando usamos la luz pulsada para tratar rosácea.
Tras el tratamiento las manchas se convierten en una especie de costritas finas, secas y oscuras.
Generalmente en una semana en la cara, y algo más tarde en tronco o extremidades, se desprende esta piel más oscura y queda una piel rosada debajo.
«Costras» que se forman tras la luz pulsada: piel con manchas más oscuras y secas
A diferencia de otros láseres, como el CO2 que es ablativo, no se forman verdaderas costras, de manera que el paciente no requiere una baja laboral. Estos días posteriores debes hacer una correcta fotoprotección y, si quieres, te puede maquillar la piel sin problema. En realidad, ya sabes que para prevenir las manchas y mantener los resultados obtenidos con los tratamientos es necesario hacer una correcta fotoprotección siempre, pero de forma estricta debes hacerla dos meses tras el tratamiento.
¿Qué resultados se obtienen?
Las manchas se aclaran, las rojeces se atenúan, el tono se unifica y la piel se ve más luminosa. Además, la luz pulsada estimula la formación de colágeno en la dermis, lo cual mejora arrugas y la textura de la piel.
Antes y después del fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa
Algunas preguntas de los pacientes:
¿Cuántas sesiones son necesarias? Depende de la intensidad del fotodaño y de la máquina y los parámetros que se usen. Lo normal en mi experiencia es una sola sesión.
¿Cada cuánto hay que repetir el fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa? Esto también dependerá de la gravedad del fotodaño. Pero siempre hay que tener en cuenta que las manchas con el tiempo tienden a oscurecerse o incluso aparecen nuevas (recuerda que la piel tiene memoria y este fotodaño es consecuencia del sol acumulado a lo largo de toda la vida). Por regla general, idealmente lo recomiendo una vez al año.
¿Se puede hacer en verano? En general, este tratamiento debe evitarse en verano porque las pieles están bronceadas y realizar una correcta fotoprotección es muy difícil, si bien una persona de piel clara, que no haya tomado el sol, y que vaya a cuidarse bien del sol, por ejemplo, porque esté opositando, podría tratarse en verano perfectamente.
¿Salen costras? En general no, no son costras como tal. No obstante hay que tener en cuenta que, por distintos motivos, en alguna zona puede aparecer alguna pequeña ampolla, erosión o costra que se resolverán con el tiempo sin consecuencias. Si te ocurre, debes contactar con tu dermatólog@ para que ponga el tratamiento correcto.
¿Me puedo hacer este tratamiento si estoy tomando medicación para el acné? Debes de comentarle a tu dermatólogo pero sí, el fotorrejuvenecimiento con luz pulsada intensa puede combinarse con tratamientos orales para el acné, si es tu caso. Además, la luz pulsada también la podemos emplear para mejorar el eritema (rojeces) del acné y, al estimular la formación de colágeno, puede ayudar a prevenir la aparición de cicatrices.
Pues espero que tras leer este post te hayan quedado claros los beneficios de la luz pulsada y cómo es el procedimiento.
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